La antigua Zelve, que antes fuera una de las mayores comunidades de la región, fue todo un pueblo excavado, una especie de panal de abejas de pequeñas habitaciones seculares, religiosas y moradas. Aquí cristianos y musulmanes convivieron en paz hasta 1924, en que tuvo lugar el intercambio de población con Grecia.
Posteriormente, se fueron yendo también los musulmanes, por temor a un derrumbe inminente de las antiquísimas casas excavadas. Desde los años 50’s comenzaron a mudarse los habitantes, que construyeron una nueva villa moderna en las cercanías, a la que llaman “Nuevo Zelve”.
El antiguo pueblo de Zelve es hoy una suerte de pueblo fantasma en donde la erosión sigue haciendo su trabajo. Sin embargo, el valle y antiguas locaciones pueden ser visitadas hoy en día, en lo que se ha dado en llamar Museo al aire libre de Zelve, cuya visita es indispensable.
Próximas a Zelve se encuentran las increíbles chimeneas de hadas de Paşabağ, entre las más impactantes y hermosas de Cappadocia, algunas con más de dos capas de roca.